Miércoles 24 de Junio
de 2015
Conociendo el Paraíso
Nos despertamos sobrevolando el continente africano y tras
desayunar nos dedicamos a ver vídeos musicales en el monitor del avión. El rato
hasta que aterrizamos la verdad es que se pasó volando.
Llegamos al aeropuerto de Isla Mauricio y tras cambiar
dinero y recoger nuestros equipajes nos dirigimos a buscar a quien nos habría
de llevar al hotel. Se notaba que es temporada alta de luna de miel españolas
por la cantidad de carteles en español.
Nos recogieron a nosotros y a otras dos parejas para poner
rumbo al hotel, la primera impresión es que conducen muy mal y la segunda es la
cantidad de pequeños templos hindús que había delante de las casas, también me
llamó la atención el verde de la isla.
Llegamos al hotel y nos recibieron con tambores africanos y
jugo de caña de azúcar.
La persona de recepción Elodie nos pidió perdón por no
hablar un castellano fluido y nos comentó que había un compañero que si lo
hablaba.
Nos mostraron las
instalaciones y nos acompañaron hasta nuestra habitación, la palabra que puede
definir esta primera impresión fue amabilidad.
Nos llevaron las maletas a la habitación y tras deshacerlas
nos fuimos a comer un poco en el Zenzi bar
Comimos un heritage sándwich y otro que era enrollado. A ritmo mauriciano, eso sí, nos lo sirvieron.
Después de comer, merendar para ellos, nos fuimos a dar un
paseo por la playa
Llegamos hasta el embarcadero del Tamassa, que es el hotel
que está justo al lado
Jose
Vistas desde el embarcadero
Nuestras huellas en la arena
Un erizo de mar y un trozo de coral
Hoy tocaba cenar en el buffet porque había que reservar con
48 horas de antelación en el resto de los restaurantes. En el Infinity nos
tomamos el primer cocoloco
Había una boda Hindú y yo me acerqué a hacerla fotos
Después nos cambiamos para ir a cenar y dar un paseo
El recibimiento por luna de miel era fruta y una botella de
champan rosado. La bañera se podía graduar la temperatura. Yo me la quiero llevar de souvenir
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